Endodoncia
La endodoncia es uno de los tratamientos más comunes en odontología, conocido por su capacidad para salvar dientes dañados por infecciones profundas o caries avanzadas. En DentaSalud contamos con la última tecnología para garantizar un tratamiento rápido, cómodo y efectivo.
¿Qué es la endodoncia?
La endodoncia, también conocida como tratamiento de conductos radiculares, consiste en la extracción de la pulpa dental infectada. El objetivo principal es eliminar la infección en el interior del diente y sellar los conductos para evitar futuras infecciones, conservando así la pieza dental. Este procedimiento es fundamental para evitar extracciones y mantener la funcionalidad del diente. En DentaSalud, realizamos endodoncias de manera indolora y precisa, utilizando anestesia local y tecnología avanzada.
Beneficios
del Tratamiento de Endodoncia en DentaSalud
Tratamiento sin dolor
Gracias al uso de anestesia local, el tratamiento de endodoncia es completamente indoloro, asegurando la máxima comodidad del paciente.
Tecnología avanzada
En DentaSalud, utilizamos tecnología de última generación, como escáneres digitales y radiografías en 3D, para garantizar la máxima precisión y éxito en el tratamiento.
Preservación del diente
La endodoncia permite salvar tus dientes naturales, evitando la extracción y manteniendo la funcionalidad y estética de tu sonrisa.
Recuperación rápida
Después del tratamiento, el dolor desaparece casi de inmediato y podrás retomar tus actividades diarias sin problemas.
Cómo se realiza la endodoncia
1
Evaluación inicial
Realizamos un diagnóstico preciso utilizando radiografías y escáneres digitales para evaluar el estado del diente y determinar la necesidad del tratamiento de endodoncia.
2
Limpieza del conducto
Con técnicas especializadas, eliminamos la pulpa dental infectada, limpiamos el interior del diente y desinfectamos los conductos radiculares.
3
Sellado del conducto
Después de limpiar el conducto, lo sellamos con materiales biocompatibles para prevenir futuras infecciones.
4
Restauración del diente
Finalmente, restauramos el diente con una corona o empaste, garantizando su funcionalidad y estética a largo plazo.
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Razones para elegirnos
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Esterilización rigurosa
Utilizamos sistemas avanzados de esterilización para garantizar que todos los instrumentos sean desinfectados adecuadamente entre cada paciente.
Materiales de alta calidad
En cada tratamiento utilizamos los mejores materiales dentales disponibles, garantizando una restauración duradera y eficaz.
Tratamientos personalizados
Cada caso de endodoncia es único. Por eso, en DentaSalud nos aseguramos de personalizar cada tratamiento según las necesidades del paciente.
Financiación sin intereses
Ofrecemos opciones de financiación flexibles (hasta en 5 años) para que puedas recibir el mejor tratamiento sin preocupaciones económicas.
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Preguntas frecuentes
¿Puedo perder un diente por una caries?
Si dejas que pase el tiempo sin tratar una caries, sí. Podría producirse una necrosis pulpar o lo que llamamos la muerte de los nervios de un diente. Por eso suele decirse que la endodoncia es la última oportunidad para salvar un diente cuando se tiene una caries muy avanzada, antes de sea necesaria su extracción.
¿Cuándo se necesita una endodoncia?
La endodoncia siempre se realiza cuando existe una infección en un diente. Generalmente cuando se ha producido una caries que ha perforado el esmalte y la dentina y ha dejado al descubierto la pulpa dental, también infectada. La caries es la patología más común que precipita una endodoncia, pero no es la única. Detrás de este tratamiento se encuentran también la rotura de algún diente debido a un traumatismo, las patologías periodontales o el bruxismo que pueden provocan la necrosis de la pulpa del diente.
¿Qué síntomas indican la necesidad de una endodoncia?
Aunque cada caso es diferente, existen algunos factores y sintomatologías comunes que pueden indicar la necesidad de someterse a una endodoncia. Entre ellos destacan los siguientes:
- Sentir un dolor intenso y constante en una zona determinada de la boca.
- Presentar una sensibilidad aumentada a estímulos como el frío, el calor e, incluso, el dulce.
- Tener dolor al masticar.
- Aparición de un flemón o fístula en la encía.
